Esta vez seré algo breve. Cuenta la historia escuchada por muchos, pero a la vez ignorada por varios mas, que había un niño que vivía en los suburbios a las afueras de una gran ciudad. A este niño lo llamaremos "Solo", el habitaba una pequeña casucha de madera, de las cuales ya no hay muchas hoy en día, Solo estaba con su abuelo, el único familiar con el que compartía la mayoría de sus travesuras y demás historias que más adelante podremos mencionar, todas las tardes después de ir al colegio fiscal, que quedaba a medio kilómetro de su casa, el en encontraba a su abuelo durmiendo su siesta del mediodía. Solo era muy respetuoso con su antecesor, ya que conocía su pasado, era un héroe de guerra, esos que salvan muchas vidas y les queda el recuerdo de aquellos preciados segundos en los cuales fueron hombres de verdad. El niño siempre se quedaba mirando a su abuelo mientras roncaba estruendosamente, veía sus arrugas, sus ojeras, sus manos y se preguntaba si alguna vez terminaría así, si el también sería un héroe para los demás, para sus compañeros en el futuro. La ilusión siempre estuvo ahí, en la infancia de todos, soñar con lo más alto, que te admiren por lo que eres, que clamen tu nombre y ese tipo de aspiraciones que un pequeño puede tener.
Solo, después de observar a su abuelo, se dirigió a su huerta en la parte de atrás, vio que los campos de trigo habían crecido más de lo debido, y decidió adentrarse para ver qué cosas encontraba. El sol era agotador, cada paso que daba Solo costaba tanto que decidió descansar en una piedra entre las inmensas espigas. Se quedo profundamente dormido. Soñando se encontró con abuelo, este le dijo que se iba a ir de viaje por un largo tiempo y que tenía que atenderse el mismo y portarse lo mejor que pudiese hasta que se volvieran a ver, Solo sabía que pasaría mucho tiempo para que sucediese eso. Luego todo fue oscuridad. El niño despertó empapado en sudor con las extremidades frías, ya era de noche y como nunca no había ni una sola estrella a la vista, parecía que las nubes estaban rondando otra vez, ya que la Luna estaba jugando entre ellas. Solo se asusto porque casi nunca salía solo de noche, lo primero que hizo fue correr hacia su casa, corrió hasta que ya no pudo mas, nunca la encontró, llego al pequeño pueblo donde vivía, pero su casa no estaba!, algo bizarro estaba sucediendo.
Solo llego al pueblo, pero no se percato de algo muy importante, no había absolutamente nadie en las calles y aparentemente tampoco en las casas, para ironía de este relato, Solo estaba realmente solo. El solo podía llorar, ¿que mas iba a hacer un niño? pensó lo peor, su cabeza se lleno de ideas pesimistas, pensó que había raptado a todo el pueblo o que los había matado, pero ¿quienes?, el no lo sabía. Lo que hizo a continuación fue algo creo yo que hemos pensado muchos en este mundo, que haríamos si estuviéramos solos en una ciudad, sin gente, sin policías, sin mujeres, sin nadie que nos diga que hacer o que no hacer. Lo único que quería en ese momento era encontrarse con su abuelo lo busco casa por casa, entraba a estas y las veía como si hubiera gente pero todo estaba vació, las cenas estaban en la mesa, las luces prendidas, algunas radios también, pero ningún rastro de vida. Solo encontró comida y no pensó dos veces en satisfacer su apetito, estaba hambriento y sediento después de tanto correr por ahí. Como muchas veces pasa después de comer en grandes cantidades, el niño se durmió.
Una luz brillante se poso en sus parpados cerrados, después de unos segundos los abrió, no lo podía creer, era la cara de su abuelo, estaba siendo cargado por su abuelo, este le dijo: "travieso, ¿donde estuviste todo este tiempo?", Solo sonrió sin fuerzas, lo único que tenía en mente era que se sentía tan feliz de reencontrarse con su abuelo, el prácticamente lo había salvado, una vez más como cuando estuvo en la guerra, de esa pesadilla tan real. Desde este momento el mismo se enseño algo muy valioso, la necesidad de no estar en soledad, sin nadie que nos rodea no aprenderíamos mas, no seriamos lo que somos ahora, no habría esos sentimientos que conocemos, creo que no seriamos nadie. Solo ya no estaba solitario, seguía con su abuelo y lo estuvo por muchos años más, según se cuenta en el pueblo donde los vieron vivir.
pd: sé que es un final feliz, pero en fin eso es lo que quería este niño...la sociedad es más cruel.
